Desde la Fundación Provocando la Paz queremos llamar la atención sobre un tema donde se ve lo mejor y lo peor de la humanidad. Lo mejor, porque hay personas que denuncian una serie de ataques brutales a los Derechos Humanos y están ayudando a las víctimas.
Lo peor, lo que viene a continuación:
La Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas denuncia en un reciente informe que la mayoría de ataques contra civiles perpetrados en 2015 han sido obra del Gobierno y de sus milicias aliadas y que todas las fuerzas enfrentadas están utilizando de forma masiva las violaciones como "arma de guerra". El documento describe una multitud de horribles violaciones de Derechos Humanos y denuncia que el Gobierno ha actuado de forma deliberada contra los civiles con asesinatos, violaciones y pillaje.
El análisis de Naciones Unidas pone de manifiesto que el nivel de violencia sexual es particularmente estremecedor, con miles de denuncias en 2015. Fuentes fiables indican que los grupos aliados del Gobierno están siendo autorizados a violar a mujeres y niñas como pago de sus sueldos, que por otra parte es lo mismo que hacen los grupos de la oposición y las bandas criminales.
La cantidad de violaciones y "violaciones en grupo" descritas en el informe con detalles brutales señalan la situación de Sudán del Sur como una de las más horribles del mundo en materia de Derechos Humanos, con un uso masivo de la violación como arma de guerra e instrumento del terror, sucediendo todo ello más o menos fuera del radar internacional.
La situación de los Derechos Humanos en Sudán del Sur se ha deteriorado dramáticamente desde el inicio del conflicto en diciembre de 2013: más de dos millones de sursudaneses se han visto desplazados de sus hogares y decenas de miles han muerto. Los lugares de refugio se convierten en verdaderas trampas para la población civil. Las iglesias, mezquitas y hospitales no se han librado de los ataques.
Una mujer relató al equipo de Naciones Unidas que la habían desnudado y violado cinco soldados delante de sus hijos en una carretera y luego la violaron más hombres en el bosque, pudiendo sólo volver para encontrar a sus hijos. Otra fue atada a un árbol después de que su marido muriera y tuvo que ver cómo su hija de quince años era violada por diez soldados.
La ONU ha advertido de que los ataques sexuales en Sudán del Sur se han caracterizado por su extrema brutalidad, tanto con las mujeres que se resistían como con aquellas que simplemente miraban a los ojos a sus violadores, que terminaban matándolas. "Si eres joven o guapa, unos diez hombres violan a la mujer. Una mujer mayor es violada por entre siete y nueve hombres", según ha contado una de las testigos.
El informe recomienda al Consejo de Derechos Humanos que continúe supervisando la situación en Sudán del Sur y que estudie un mecanismo específico para hacer justicia y vigilar la situación de los Derechos Humanos. Además, recomienda al Gobierno de transición que tome medidas efectivas para detener las violaciones y los abusos de los derechos de los niños e impedir que se repitan, así como eliminar la violencia sexual y de género. También le solicita que promueva y respete el papel de la sociedad civil, garantizando las libertades de opinión, prensa y reunión.
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