Gracias a todas las personas de diversas partes del mundo que pusieron su granito de arena con un pequeño donativo, organizando una presentación o un concierto, comprando un disco... conseguimos poner en marcha el primer proyecto apoyado por la fundación Provocando la Paz en Chinautla (Guatemala).
El centro tiene una biblioteca, una sala de lectura y otra con 21 ordenadores. Allí pueden acudir estudiantes de todas las edades a hacer consultas y trabajos. Se han construido varias aulas para atender a los niños/as en grupos reducidos. El más difícil era el programa turorial para menores no escolarizados. Pero también es muy importante el programa de apoyo escolar para menores con problemas, procedentes de 5 escuelas públicas de la zona. Se ha habilitado una ludoteca para que los menores no estén en la calle en su tiempo libre y se eduquen jugando. Se ha construido una parte de guardería para los más pequeños y se les aseguran 4 comidas al día. También se ha puesto en marcha una escuela de vacaciones.
Pero faltaba algo muy importante: el nombre. Tenía que recoger ese espíritu de unión y solidaridad, esos puentes entre diversas partes del mundo. Se hizo una campaña generalizada a través de las distintas zonas del área: escuelas, comunidades de base, familias... para dar a conocer el concurso, con la participación de la población local. Tendría como fin elegir el nombre para el centro. Se presentó una solicitud a una firma comercial para la donación de dos bicicletas para los/las ganadores/as, y se añadió la donación de un patín.
El acto de elección del nombre del centro tuvo lugar en las mismas instalaciones. En ese acto se presentó brevemente el cómo y el porqué se inició el proyecto. Se recibieron un total de 79 sugerencias de nombres, de los que fueron seleccionados 8; se invitó a estas personas a que expusieran su propuesta y el significado del nombre. Después se seleccionaron 3 nombres finalistas, a quienes se les entregó su correspondiente premio. Los participantes fueron menores de la zona, que posteriormente utilizaron las instalaciones del proyecto.
El nombre ganador fue "XAJANAJ KAHALEPANA", que traducido del poqomam significa "JUNTOS SALIENDO ADELANTE", dado que la población de Chinautla es en su mayoría de lengua poqomam. El niño premiado dijo: "Este centro es fruto de la solidaridad de mucha gente de aquí y de fuera de aquí".
Paso a paso, fuimos contando el sueño y trabajando por el mundo... y se hizo realidad. ¿Quién dice que los sueños no se pueden hacer realidad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario