Desde la Fundación Provocando la Paz queremos condenar la práctica macabra de cierto grupo terrorista de utilizar niñas como bombas. Condenamos estos actos como cobardes, atroces, destructivos y consideramos que son ataques graves a la infancia inocente, a una parte de la humanidad vulnerable, pequeña, necesitada de protección, con unos derechos reconocidos que no se han respetado. Una vez más la humanidad muestra sus lado más siniestro. ¿A qué mente se le puede ocurrir tal idea retorcida? Se trata de matar al mayor número de personas a través de unas niñas inocentes, ángeles convertidas en asesinas, quizá sin saber lo que hacían, obligadas a llevar encima muerte y destrucción y al mismo tiempo, dejarse la vida en ello.
Tenían toda una vida por delante. Su vida ha sido cortada de la peor manera posible y se han vulnerado los Derechos del Niño, empezando por el primero: todo niño tiene derecho a la vida.
Siguiendo nuestro compromiso con esta humanidad que está naciendo, que se está abriendo camino en la vida y que se encuentran con una serie de dificultades... que se podrían evitar, condenamos estos actos, hacemos una llamada a quien corresponda para que no se vuelvan a producir y reiteramos nuestro compromiso con los más pequeños y desfavorecidos.
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